ASPECTOS A DESARROLLAR
PARTIENDO DE LAS CARACTERÍSTICAS
INFANTILES.
Partiendo de lo que conocemos de los niños, y teniendo
en cuenta que es imprescindible ser riguroso al secuencializar todos los
aspectos de cualquier trabajo plástico, nuestra propuesta es elaborar una pauta
o marco de referencia para desarrollar de una manera efectiva el conocimiento
que el niño debería de tener del volumen escultórico.
En primer lugar, hay que determinar qué Objetivos
deberíamos tener presentes en toda metodología didáctica. Consideramos que los
objetivos deben enunciar la finalidad última de los Contenidos y Actividades
que se programan para los dos ciclos de Educación Infantil (puesto que es el
nivel que nos interesa). Nuestra propuesta, pues, no es plantear un listado de
objetivos a modo de receta útil para los profesionales, sino determinar tres
Objetivos generales, fundamentados en los procesos que
intervienen en toda actividad
plástica, de manera que el resultado sea la
interrelación de estos tres factores:
-la percepción.
-la coordinación viso-manual.
-la expresión.
En segundo lugar necesitamos clarificar los Contenidos
de aprendizaje que como educadores deseamos trabajar con los niños. Serán el soporte
de la formación integral infantil y habrán de incidir en todas las capacidades.
Por ello en las más actuales propuestas curriculares se inciden en tres tipos
de contenidos que, de alguna manera, recogen las estrategias para que los niños
y las niñas alcancen su plena formación: los Contenidos
Conceptuales, los Procedimentales y los Actitudinales.
En tercer lugar, presentamos unos Contenidos Específicos
como referentes para los dos procedimientos básicos: Modelado y Construcción.
En este caso, demarcándonos de la propuesta curricular anterior, aportamos
algunos contenidos imprescindibles y específicos que sin trabajar en el
contexto escolar deberíamos de conocer.
En último lugar , plantear una mínima Secuencialización
de Actividades de ambos procedimientos para , a partir de ella, elaborar
propuestas de trabajo adecuándolas a los niños y los lugares de trabajo.[1]
Así como el hombre ha expresado su
experiencia en el mundo a través de imágenes de características
bidimensionales, también ha creado otras que, al igual que muchos de los
objetos del mundo circundante, tienen tres dimensiones.
Desde las primeras expresiones
artísticas, la escultura ha ocupado un lugar relevante entre las
manifestaciones de las artes plásticas.
La escultura es una imagen que tiene
tres dimensiones (alto, ancho y profundidad) y en la que el espacio, las formas
volumétricas y la relación volumen/espacio son los principales protagonistas.
Para realizar representaciones
tridimensionales es necesario tener en cuenta las características propias de
este tipo de imagen: "Las formas escultóricas tienen un cuerpo, una
densidad, y un peso que provienen de la materia con que han sido realizadas.
Desde este punto de vista, son formas que tienen la misma realidad volumétrica
que todos los demás objetos que nos rodean. Y es por eso que la imagen tridimensional
está sujeta a las mismas leyes físicas que operan para todos los objetos:
estabilidad, equilibrio, peso, resistencia, etc."[2]
Para tener en cuenta
en la producción plástica
Creemos que vale la pena aprovechar las
características de la construcción en el sentido en que permite probar, armar y
rearmar varias veces antes de pegar definitivamente. Sugerimos alentar a los
alumnos a hacerlo, explorando así distintas posibilidades de la imagen.
Es importante hacerles comprender la
importancia de lograr una sólida unión de los volúmenes, ya que de esto depende
-en una buena medida- la posibilidad de que la escultura se mantenga erguida.
Existen diferentes maneras de conseguirlo de acuerdo con las características de
lo que se quiera unir. Esto forma parte de un aprendizaje referido a lo
procedimental que requerirá información de parte del docente.
Seguramente los alumnos elegirán los
materiales asociando sus formas con aquello que quieran representar. Debemos
recordarles que pueden modificar sus formas y dimensiones para adecuarlos a lo
que se proponen, como por ejemplo, cortar una caja para achicarla, doblar una
de sus caras para darle curvatura, etc.
Puede ocurrir también que, en algunos
casos, se decida aprovechar el color o la textura del envase o material y que
en otros casos se lo quiera modificar. Para esto es conveniente que la
estructura o esqueleto esté sólidamente unido y que el pegamento haya secado
bien. El color se puede incorporar al pintar la escultura y/o mediante el
pegado de papel, de telas, etc.
[1] http://ateneodelainfancia.org.ar/uploads/que_es_la_escultura_para_los_ninyos.pdf
[2]
https://www.educ.ar/recursos/93194/construyendo-en-tres-dimensiones
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